Desde la semana seis de nuestra formación embrionaria, los dedos de las manos nos acompañan. Aún cuando poco o nada más que para arreglarnos las uñas y lamentarnos cuando nos cortamos, les prestemos atención. Sabemos que nos pertenecen y son nuestros amigos necesarios, pero su lenguaje para muchos pasa desapercibido. Es por ello que en esta entrada hemos decidido honrarles y dar:
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Gracias a los dedos de las manos por hacerme ver a cada momento cómo asimilo mi realidad¡
Así como lo oyes. Además de ejercer las funciones de ejecución, movimiento, tenaza y precisión. Los dedos de las manos alertan sobre nuestra postura más o menos perjudicial al implicarnos con nuestra vida cotidiana.
Los dedos son los intérpretes de mis emociones aquí y ahora.
Los dedos de las manos, a diferencia de los pies en que los mismos se enumeran de uno a cinco iniciando por el dedo gordo; cada dedo tiene una denominación particular, un órgano directamente relacionado y una emoción correlacionada:
- Dedo pulgar, o dedo gordo de la mano.
- Le sigue, el dedo índice.
- Dedo mayor o medio.
- Anular.
- Auricular o meñique.
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Presta especial atención a esta entrada¡
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Anabel González Medina
8-01-2019
