martes, 1 de enero de 2019

El toque de la aguja.


He decidido titular este artículo “El toque de la aguja” porque su técnica involucra una aguja de tejer, de la cual nos beneficiamos básicamente del uso de sus dos extremos. Uno, el más grueso, utilizado para el diagnóstico. Y el otro extremo, más fino, empleado en el tratamiento. La técnica se fundamenta e el SU-Jok, práctica de origen coreano poco difundida en Cuba y  que ofrece magníficos resultados. Estando reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) dentro de las medicinas bioenergéticas y naturalistas.

La Terapia Podal Bioenergética emplea “El toque de la aguja” a nivel de las zonas de reflejo podal.


“La fuerza curativa natural que hay dentro de cada uno de nosotros es la más grande que existe para curarse”. Hipócrates.

En nuestros pies de una forma holográfica perfecta se encuentra representado cada uno de los órganos y sistemas del cuerpo humano. Y la ciencia se ha responsabilizado de comprobar y demostrar cómo incidiendo en determinadas zonas de este microsistema podal, podemos influir no sólo a nivel del cuerpo y sus funciones fisiológicas. Si no además penetrar en la comprensión de nuestra personalidad y sus emociones, así como en los centros energéticos de nuestro cuerpo.



El “toque de la aguja” tiene una relación 90/10.


El mayor esfuerzo del terapeuta o practicante debe centrarse en la localización de los puntos. Mientras que el 10% consiste en la acción sobre los mismos.

¿Duele el toque de la aguja?


La aguja utilizada para el diagnóstico y la terapia es una aguja de tejer a crochet. En ningún caso la acción en diagnóstico o terapia afecta la dermis ni ninguna otra región corporal. Más que impedimento, tiene la bondad de que el propio cliente asistido por el terapeuta o practicante puede aprender y realizar interconsulta las técnicas que le favorecerán tanto a librar sus dolencias como a proveerle bienestar general.

La técnica consiste en presionar durante un minuto el punto reflejo analógico a la afección que ha sido constatada en la exploración.

La aguja de tejer a crochet ha sido seleccionada por su similitud con la herramienta empleada en Corea para la práctica del Su-Jok, dado que en Cuba en la actualidad la misma no se produce ni se comercializa.

“El toque de la aguja” es un medio diagnóstico efectivo empleado por la Terapia Podal Bioenergética.


Cuando recibimos por primera vez a un cliente que contrata nuestros servicios. Lo primero que hacemos es una lectura de sus pies y acto seguido practicamos “El toque de la aguja”. Así puede el practicante trazarse el protocolo a realizar en cada caso específico con el más pleno convencimiento.

No obstante su implicación como tratamiento no puede ser descartada dada su efectividad. Aunque la Terapia Podal Bioenergética utiliza con énfasis en la curación el poder de cristales de cuarzo. De lo cual hablaremos más adelante.

¿Qué información proporciona “el toque de la aguja”?


  • Mal funcionamiento de los diferentes órganos del cuerpo.
  • Presencia de emociones estancadas.
  • Existencia de bloqueos energéticos.
  • Disfunciones psicoanalíticas.

¿Qué afecciones podemos tratar con “el toque de la aguja”?


  • Espolón calcáneo.
  • Metatarsalgias.
  • Cervicalgias.
  • Cervicobraquialgias.
  • Ciatalgias.
  • Sacrolumbalgias.
  • Afecciones del codo.
  • Enfermedad de Quervain.
  • Dedos en resorte.
  • Sinovitis.
  • Otras afecciones de rodilla y tobillo.
  • Cefaleas.
  • Sinusitis.
  • Prostatitis.
  • Inflamación pélvica.
  • Dolores mensatruales.
  • Disfunción sexual.
  • Trastornos renales.
  • Epilepsia.
  • Afonía.
Entre otras.

Anabel González Medina.
1-01-2019

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